sábado, 17 de julio de 2010

CAPÍTULO VIII. El Zócalo

Todavía mi cuerpo no se está adaptado al horario, y sigo lovantándome pronto aunque intento aguantar por la noche hasta pasadas las 00.00h, pero a las 7h ya abro el ojo y no hay quien vuelva a dormirse aunque intento estar en la cama.

Ayer fue la primera vez que salí de la colonia (del barrio) exceptuando las salidas al aeropuerto. Por la mañana temprano cogimos un autobus dirección a uno de las estaciones de metro cercanas. El primer lugar lo de los autobuses aquí es un kaos, hay varios tipos, varias "empresas", pero todos son bastantes viejos, van con puertas abiertas, la conducción es anárquica total (creo que no existe un código de circulación respetado), dando botes en el asiento de más de 10 cm, imaginaros... pero son baratos (4 pesos, 0.25€). La línea de metro que cogimos me pareció bastante segura, nada que envidiar con el de Madrid, y muy barato también (3 pesos); no existen bonos, sino que hay una tarjeta que recargas de dinero y cada vez que pasas te quitan el importe.

Con destino la oficina de INFANTIA (la ONG), nos bajamos en el Zócalo, es el centro histórico de la ciudad, un monumental espacio público rodeado por algunos de los más emblemáticos hitos urbanos de la urbe, que en conjunto constituyen una de las plazas públicas más importantes y grandes del mundo. Aquí podemos encontrar La Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, rodeando la plaza de la constitución, todo ubicado alrededor de una gigantesca y fotogénica bandera nacional. Para mi sorpresa la oficina está en uno de los edificios principales que rodea al Zócalo.



Una vez dentro de la oficina conocí a Javier, el jefe, y a Aida, una compañera, y estuvimos un buen rato hablando sobre proyectos que estan haciendo o que van a hacer. A la vez, estuvimos llamando a algunos de los albergues donde voy a ir a hacer mi trabajo, para intantar visitar e ir cuadrando los horarios, con el fin de empezar la semana que viene. Conocí a uno de los chicos en situación de calle que tienen en uno de los programas, y parece que le va muy bien.

Fuimos andando antes de comer a Casa Alianza, pero no estaba el coordinador del programa y no pudimos entrar, lo vimos por fuera. Durante el paseo hacia de ida y vuelta por todo el centro histórico pude ver La torre Latinoamericana, el parque Alameda, El museo del Arte, entre otros. Lo que más me llamó la atención fue lo mal conservados que están los edificios en su fachada, muy grises y oscurecidos. Volvimos a comer debajo de la oficina con Aida y Javier, donde tenemos precio de empleados, "comida corrida", es decir, un menú, por 30 pesos (no llega a 2€). No me aventuro a poner nombres de la comida que probé porque seguramente lo escriba mal.



Después de comer volvimos a la oficina y quedamos con la directora de Fevintra el lunes por la mañana, y estuvimos esperando para ir al Albergue de Tepito, pero al final no pudimos.

Hoy sábado, después de sacar a Lola (la perra) al parque, mis planes estan abiertos a todo, supongo que iré a visitar un poco la Colonia.

PD: no he podido hacer fotos de momento, solo tengo mi movil de España para hacerlas, espero conseguir una cámara en no mucho tiempo.

3 comentarios:

  1. Ánimo man !!!

    Todo poco a poco va cuadrando, vas conociendo y se te va conociendo.

    Hago F5 de tu pagina cada 30 minutos.

    Saludos bro !!

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  2. Ánimo Rojas! el primer día siempre es el mas duro pero con el tiempo te iras adaptando.

    Disfruta de la experiencia!!

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  3. Fuiste a Tepito. O____O
    Que valiente!!!

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